Hace poco leía una serie de textos acerca de filósofos y escritores franceses. En realidad, era algo breve, sintético, pero bastó para que me parecieran unos copados... Paso a explicar por cuá.
Rabelais amaba la vida, como solo un humanista podía hacerlo. Dentro de su doctrina, adhería a la idea de otro tipo que decía: "¡Haz lo que quieras!", no es una apología al libertinaje, sino a la libertad de poder hacer lo que

deseemos sin atropellar la libertad de los otros, dada que la naturaleza no es mala, sus impulsos serán buenos y debemos seguirlos. Diderot, muchos siglos después, decía que la Naturaleza era la excelencia, y que el hombre no debía dejarse limitar por cosas extrañas, como la religión, por ejemplo. Rousseau, otro copado, pensaba que la naturaleza hizo al hombre bueno, pero la sociedad lo hizo malo. Nada que el hombre impulse por su instinto y deseo es malo. De hecho planteaba el retorno al hombre natural, sin perder, claro está, los logros del hombre civilizado.
¿Qué tanta cabida debemos darle a nuestros impulsos? ¿A nuestras pasiones? Pienso en la atracción física, en enamorarse, en algo tan básico como las ganas de tener sexo.
Racine, por otro lado, mostraba a las pasiones humanas como aquello que vive en el hombre de forma oculta, pero que sale en algún momento y enseña el lado más oscuro y primitivo. Las pasiones como aquello que destruye al hombre. Amar es lo peor, lo que nos hace sucumbir...
Mmm... pensándolo fríamente, voto por los primeros.