viernes, 26 de diciembre de 2008

Ser o no ser... lindo

No es ninguna novedad hablar sobre la belleza fisica en esta epoca, donde cada vez ocupa mas espacio. No es ningun novedad, realmente. La TV, el cine, las revistas, todo ha hablado alguna vez de la frivolidad con que nos movemos. ¿Pero que hace que algo bello sea atractivo? Creo que eso ya los griegos se lo preguntaban, y sigue siendo algo sin una respuesta muy convincente.

Es posible diferenciar por un lado la CONTEMPLACION, cuando nos extasiamos ante algo bello que nos invita a disfrutarlo con un manejo diferente del tiempo. Por ejemplo, mirar un paisaje, un cuadro, escuchar un concierto, un poema... cosas asi. Bueno, eso es bello, eso es estetico. Pero tambien, por otro lado, esta el APETITO. Cuando nos ponemos frente a algo que nos atrae, que nos parece hermoso, pero que no solo lo contemplamos, sino que nos da ganas de asirlo, de aprehenderlo, de comerlo inclusive (en caso de alimento o vaya a saber uno que cosa...). Eso sucede cuando vemos un lemon pie, cuando en vez de ver un cuadro, lo compramos, e inclusive, cuando vemos a una persona linda y nos dan ganas de... bueh, ya saben. Eso es apetito... no contemplacion. No tiene nada de malo, es natural, es asi.

Una de las cosas que a todos nos jode (quiza no a todos), es evaluar nuestra belleza fisica. ¿Somos lindos? ¿Generamos atraccion cuando alguien nos ve caminar por la calle? ¿Tenemos algo puramente fisico que atraiga a otra persona? A veces buscar la respuesta se vuelve interminable, o mejor dicho, muy cambiante. Somos lindos por momentos, quiza, y en otros no. Descubrir el concepto de lo bello en cada uno es complicado. En realidad, nunca deja de ser una conjugacion entre lo fisico y lo interno. Un tipo lindo y pelotudo, no es atractivo. Uno muy feo y descuidado, pero interesante, quiza tampoco lo sea. Ahora bien, ¿que parametros manejo para decir que uno es lindo o feo?, ¿pelotudo o atractivo? He ahi el dilema, diria William.

Hay momentos en donde uno se siente feo, rechazado, olvidado quiza. Otros donde es lindo, atractivo, un latin lover. Pero a veces es solo palabra, es algo volatil. Somos lindos o feos depende de quien lo considere asi, en un momento determinado, en una circunstancia determinada. Pienso la belleza como fugaz pero a la vez permanente, fragil y a veces, difusa. Quiza el problema sea que la pienso demasiado... quiza el problema sea que debo empezar a pensar cual lemon pie en vidriera, a ver si alguna persona desee devorarme sin pensar en que esta a dieta.

PD. Perdon por los no acentos... algo le pasa a este teclado.

domingo, 21 de diciembre de 2008

El tren que no solo pasa y se va, sino que te pisa...

No es la primera vez que pienso en esto. ¡Cuántas veces he dejado que el tren se me pase! ¿Por qué? Me pregunto. En más de una oportunidad está la posibilidad de dar la cara, de adelantarse, de decir "hola", de dar un beso y no lo hago. El terrible miedo al rechazo es algo que jode, ¿no? Pero la pregunta sería, ¿por qué?

Supongo que las respuestas son varias. Ya siendo grandote, peludo, con ciertas convicciones bien afianzadas, con título, aún así es complicado. La metáfora del tren es aplicable: ¿qué viajes nos estamos perdiendo por no querer subir? Mejor dicho, por no atreverse. Igualmente, el golpe de la caída duele un rato, jode, se hincha quizá un par de horas, pero pasa...

Creo que el golpe al frágil autoestima es algo que siempre intentamos evitar. Este quizá sea el momento de pararme, clavar la bandera y decir: ¡Basta! ¡Nada de ahora en más me impedirá no dar el primer paso! ¡Ese puto y malparido primer paso! Pero bueno... a veces hay cosas que el viento se lleva consigo... trataremos de que ésta no sea esa ocasión...

domingo, 14 de diciembre de 2008

Esperando... no la carroza, por suerte

Una de las cosas más banales que he hecho en estas semanas, ha sido hacer el test de Sex and the City. Según la gente que lo confeccionó, soy una Charlotte mendocina. Sería falso de mi parte decir que es mentira o que no tengo características similares: por sobre todas las cosas, la idealización de la pareja.


Según padre amigo, "no hay que ser pretencioso". La presunción, ¿hasta qué punto se asemeja a la expectativa, al deseo, al amor? Será tonto pensar que están de alguna forma cerca, pero pareciera que algo lo están.


Charlotte quiere una boda ideal, al chico ideal, al príncipe que llega en caballo. ¿Será que en parte soy - como otros - así? Uno espera, no la carroza, no a Godot, solo espera que aquella estructura ideal se ajuste, aunque sea un poco, a quien conocemos. Mi corta experiencia me revela que es algo complicado, demasiado. La pregunta ideal sería: ¿será de tiempo de empezar a ser como Samantha...?

Tiempo al tiempo

Meses después, el pequeño sujeto que publicaba en este blog se dedica a retornar. Quizá la vida, quizá un padre lejos que se ha aficionado a esto, quizá el contar con más tiempo... Debería decir este oscuro joven que ciertas cosas han cambiado: la vida profesional que ingresa, las nuevas posibilidades, los grandes miedos y la gran expectativa. Hacerse grande es más complicado de lo que parece. "El rey se muere" decía Ionesco, supongo que por lo menos a este rey ya le está doliendo un poco la espalda.

En fin, la intención es comunicar que pretendo volver a este blog. Espero que me ayuden a no abandonarlo. Es tan indispensable como quien escribe...

Gracias!