viernes, 27 de febrero de 2009

Mirar y ser mirado


Hace un par de semanas, luego de volver al ruedo de las noches acocteladas y de música top y de permitir una plácida euforia, analicé el funcionamiento de sitios así, digo, de boliches. Es claro que la dinámica ronda alrededor de lo puramente visual, de lo externo y, podría decirse, superficial. Pienso en el cuidado (extremado en algunos) que tienen los que van para con sus trajes, vestidos y demás utensilios. Pienso en los esquemas canónicos que algunos intentan (casi desesperadamente) imitar: como los pelos al aire, los teñidos y demás, que deforman (en la mayoría de las oportunidades). Al fin de cuentas, me pregunto, ¿cuál es el código patente que mueve a sitios así, que hace que nos comportemos casi de la misma manera?


Es evidente que todos lo conocemos. De mejor o no tan mejor forma, estamos pendientes. Sabemos quiénes son las estrellas, quiénes estan por primera vez, quiénes ya han pasado su vida ahí, buscando y buscando. Se ve esa búsqueda, esa evidente casi "desesperación" por encontrar el amor eterno en este lugar. ¿De dónde viene esa imposición? ¿De dónde nace la indispensable necesidad de buscarlo y encontrarlo ahí?


El boliche es un lugar de encuentro, de juego, de caretas al estilo Pirandello, quizá con toques pop y algunos más trash. Se hace una excursión interesante por la dinámica de la seducción o la in-seducción de las personas. Se ve el grado de libertad que pueden o no tener al estar expuestos. Cómo baila, cómo se mueve, cómo habla con los amigos. Miramos y especulamos. Nos miran y sacan conclusiones. A veces desespero al sentirme inmerso en ello, pero me solazo cuando siento que nado como un pez en el agua entre este maremágnum. A veces las cosas podrían ser más simples, pero perderían su encanto. ¿O no?

11 comentarios:

Anónimo dijo...

ay sharlot, es obvio q nadas como pez en el charco cuinero. Besotes

Anónimo dijo...

jaja el de arriba se pasó, pienso que pasa en todas las fiestas, discos, de mza argentina y extranjero, es algo sabroso cuado lo sabes llevar o mejor aún, tratas de no tener onda, pero al final te dicen me gusta tu onda.
bueh que se yo es rico salir y lo es mas cuando nadie te conoce, no te ha pasado cuando vas a otra ciudad o si has tenido la oportunidad de ir a otro pais e ingresar a un boliche y solo?
es lo max, eso es libertad.

Pampas dijo...

Estimado, comparto tus opiniones referentes al significado de concurrir a un boliche, existen varios motivos por el cual vamos, conocer a alguien, bailar, distendersnos, el porque de lo que ahí encontramos y vemos, como nos vestimos y de que manera nos desenvolvemos mostrando nuestra “performance”?, yo lo relacionaría con tus anteriores escritos “histerix” en cuanto a sentirse deseado y “ser o no ser lindo” en lo que respecta a la atracción, sabemos que sentirse atraído por algo o alguien es como que al pasar nos tocan el timbre diciendo acá estoy?, es uno de los objetivos, sentirse lindo, atractivo, por lo menos de quienes saben estar solitarios para dejar de estarlo. Y si podría ser mas simple pero no lo es.

Anónimo dijo...

"¿cuál es el código patente que mueve a sitios así, que hace que nos comportemos casi de la misma manera?"
Me acuerdo ahora lo que escribió el tincho en Pasión, respecto a la manada. Tratamos de sentirnos parte de la manada, de volver, de tener una identidad colectiva... masificación.
Y a veces en la manada entre algunos saurios nos tiramos tarascones.
Besos Mr. G

Anónimo dijo...

Excelente el comentario, siento lo mismo que el autor!

Periquito Lasabrosura, poeta brujo. dijo...

William: pero esa percepcion no es absoluta, se puede romper, si uno no quiere , no entra en esa. Uno actua así, como un "revolucionario" : se toma todo, se encara a todas, trata de moverse con simpatia genuina y así habrá roto el asfixiante karma de asistir a un carnaval del mal gusto, ese espactaculo degradante para la mente a fiananciado por los disfraces de piel humana de contenido vacio. Usted puede constituirse en un gozador profundo y destriur ese sistema noctambulo represor. Solo hay que SER AUTENTICO, y esa es la lanza que apuñala el costado de la noche infecta y despiadada.
Saludos.

pensante dijo...

si, coincido, hay que ser AUTENTICO. La verdad a mi nunca me importo que digan de mi en el boliche y vos lo sabes guillo, desde anteojos hasta linternas, desde loca zafada a chongo duro... Voy a divertirme, y esa es mi consigna. Beso

Unknown dijo...

Estimado Guillermo:
Las generalizaciones me exasperan. Personalmente voy a un boliche a pasar un rato con amigos, compartir un trago, bailar un rato, pasar un momento con mi pareja.
No necesariamente el sujeto en un boliche debe transformarse en objeto (segun Ud en objeto visual). Cuando se busca a alguien y se lo hace solo en base a un aspecto de su vida (look, vestimenta, manera de actuar, etc) se lo despersonifica. Cuando la busqueda de una persona es en base a la "despersonificación" se está condenado al fracaso. El boliche debe entenderse como un evento social. Las necesidades son individuales. Cada uno tiene una forma de ver el boliche y un fin al acercarse a ese medio. No necesariamente el lugar posee un canon de comportamiento que quite la identidad a las personas.
Creo que el goce se obtiene cuando logramos satisfacer nuestras necesidades más alla de las de los demás, sin coartar libertades ajenas.
Por ello, concurra al boliche mientras le produzca placer, y si no lo hace, no lo haga (V.L.R).
No coincido con el otro comentario que relaciona la libertad con la soledad... Rodeado de mis amigos me siento verdaderamente libre, y concibo la amistad como terreno fértil para la libertad.
Tampoco veo al boliche como un lugar donde sea necesario "masificarse", se puede mantener la identidad, siempre y cuando tengamos una personalidad lo suficientemente definida como para no buscar refugio en la masa.
Le dejo mis saludos,
Guillermo

Anónimo dijo...

Frivolidad, frivolidad, y más frivolidad, eso es todo... No me extraña que haya quienes estén tan desesperados que tienen que ir a buscar sus parejas en Queen. Sería sumamente interesante saber cuánta gente logró conocer una "pareja" ahí que fuera algo más que un levante de una noche; y todavía más interesante saber cuántas de las relaciones que sobrevivieron a la primera noche duraron más de un par de meses...

Ir a divertirse con los amigos está bien, pero quien piense que puede hacer algo más que eso en un boliche gay, va muy desencaminado...

G. dijo...

Gente: gracias por los comentarios! En realidad, uno debe tener en cuenta que las generalizaciones no son más que eso, generalizaciones. Me ha ocurrido que cuanto más desprendido (liberado) del resto estoy, es cuando más soy yo mismo y cuando más disfruto una salida. Creo que en realidad eso es algo muy personal. El placer en este sentido es siempre relativo. Somos parte de una manada, pero eso no implica una completa adherencia o un desprendimiento absoluto. La frivolidad es lo que se percibe en 1º instancia, ya sea Queen o cualquier boliche. Hablo más bien de la institución, de nos frente a ella.

Gracias por los comentarios! me han hecho cambiar algunos pareceres y es lo mejor!

sergio dijo...

Es eso guille, es que a veces uno se siente mejor y nada como pez en el agua. Otras... es una degracia. Pero el saldo, siempre es positivo: es música, amigos, gente más o menos linda, la posibilidad de algo (amor, sexo, decepción)...es la vida. A mí, por ahora, me re pinta seguir en las noches con ud.